domingo, 30 de enero de 2011

Ella

Estaba allí, sentada en medio del atardecer, leyendo aquel libro mágico que lleva nombre de juego, hurgando en él con sus afables ojos negros; pasando cada página con delicadeza, con sus suaves manos. Un árbol intervenía en la visión, dejando caer una hoja que suavemente se balanceaba cruzando en frente, deslizándose en el oleaje del viento, dándole matices agógicos, contrastando con el tranquilo caer del día y su tersa piel de ángel.

Un cronopio, para mi cronopia.

Quisiera decir cuán clara aparece
y que en la poesía de sus besos
se hunde mi recuerdo. Se ahoga
extasiado de tanta delicia, mientras
mi tacto se pierde en el mar de su
cabello; un leve hormigueo me recorre,
debajo de la piel. Mi mente se nubla
y creo aventurarme en su ser;
creo estar andentro de sus ojos,
creo ver el Universo como ella lo ve,
creo ver su Universo, su alma.

sábado, 29 de enero de 2011

El reflejo


Me encontré allí, parado en medio de un silencio frío y oscuro. Se veía sólo una tenue silueta esbozarse en medio de la nada. Me acerqué y creí reconocer en la silueta una forma humana. El brillo de lo que parecían unos ojos se reflejaba impávido contra mi; la luz sujetaba levemente su perfil en medio de la penumbra.
Percibí algo familiar en aquella silueta, mientras su mirada fuerte parecía indagarme, como yo a él. Me acerqué un poco más, y el hizo igual, casi como
coordinados.Llevaba lo que parecía un sombrero, tal vez un Fedora, como el mío. Sus ojos seguían mis pasos mientras me acercaba, destellantes, impacientes.

Sátira

Será la sombra de mi alma,
o será el alma de mi sombra,
aquél lucero que calma
cuando brilla en la penumbra.

Será el reflejo de la muerte,
o será la muerte del reflejo,
lo que pasa por mi mente
y se dibuja en el espejo.

A la muerte voraz

(Para Z.K.)


Sentado te espero,
pues sé que hoy vendrás.
Ya dejé en el nochero
la pistola, el cuchillo y el veneno,
así no fallarás.

Escucho tus pasos
muy suaves en la penumbra.
En segundos escasos
Estaré tirado en la alfombra.

- "No seas tímida,
sé que estás ahí.
Detrás de la puerta
te veo sonreír.