Será la sombra de mi alma,
o será el alma de mi sombra,
aquél lucero que calma
cuando brilla en la penumbra.
Será el reflejo de la muerte,
o será la muerte del reflejo,
lo que pasa por mi mente
y se dibuja en el espejo.
Será el dolor del océano,
o será un océano de dolor,
lo que se viene acrecentando
y me produce un sin sabor.
Será la locura de la Luna,
o será la Luna de la locura,
que a la razón llena de dudas
y a la mente de quemaduras.
Será la herida del parásito,
o será el parásito herido,
aquello que mata rápido
sin producir ningún gemido.
Será lo leve de la vida,
o será la vida de lo leve,
que me deja una salida,
que la muerte ya promueve.
Será el suicidio de palabras,
o serán palabras del suicidio;
lo que dices mientras hablas
me lleva al desequilibrio.
Será la noche de la sangre,
o será la sangre de la noche,
que salpica como mugre;
que se esmera en el derroche.
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